Experimento 1: ¿El huevo flota?

 Experimento 1: ¿El huevo flota?


Descripción: Para este primer experimento, vamos a observar el comportamiento de un huevo sumergido en agua, pues hay varios aspectos a tomar en cuenta simplemente observando si flota o no, y como es que las condiciones en las que se encuentra afectan su flotabilidad dentro de un líquido.

Objetivo: Que el lector comprenda el funcionamiento de la flotabilidad en un objeto, según el medio en el que está inmerso y el como estas condiciones afectarán el comportamiento del huevo dentro del agua. Además se espera que el lector entienda los conceptos de: densidad, peso, materia, volumen.

Materiales:

- Dos vasos, de preferencia transparentes (Funciona también si solo tenemos un vaso)

- Agua de la llave.

- Una cuchara común.

- Sal.

- Un huevo.



Procedimiento:


Paso 1: Llena uno de los vasos con agua de la llave hasta unos 250 ml o 300 ml aproximadamente.



Paso 2: Toma el huevo e introducelo cuidadosamente en el vaso con agua. Observa que es lo que sucede.



Verás que el huevo se hunde cuando entra en el agua. Eso significa que el peso del volumen de agua que desplaza nuestro nuevo al entrar, es menor al peso del huevo, lo que significa que la fuerza de gravedad gana y termina por mandar al huevo al fondo del vaso. ¿No entendiste?, ¡Que Arquímedes te lo explique!:



Paso 3: Saca el huevo del agua y toma el segundo vaso. A este segundo vaso, también lo llenaremos hasta unos 250 ml o 300 ml, pero le pondremos dos cucharadas de sal. 


Paso 4: ¡Revuelve!. Usa la cuchara para revolver el agua con sal y que esta ultima se disuelva correctamente. 

Paso 5: Usa el mismo huevo y ahora introducelo a este vaso de agua con sal. Observa lo que pasa.



Ahora el huevo flota, ¿No es así?, notarás que la sal influye ya que modifica las propiedades del agua. La sal disuelta provoca que la sal aumente su densidad y por lo tanto, hace que el empuje que ejerce sobre el huevo aumente y sea mayor que el peso del agua. Pero dejemos que Arquímedes nos lo explique:


Tenemos entonces al principio de Arquímedes, el cual nos dice que todo cuerpo sumergido total o parcialmente en un líquido, desplaza cierta cantidad de agua igual a su propio volumen y además presenta un empuje hacía arriba equivalente al peso del fluido que desplaza.

Cuando el huevo ingresa en el agua, este desplaza una cantidad de líquido igual a su propio volumen, lo que provoca que el agua le de un empuje vertical al huevo. Sin embargo, cuando es agua simple, el empuje no es lo suficientemente fuerte como para hacer flotar al huevo, ya que el peso de este es mayor.

Nota: ¡Recuerda que el peso es la medida en la que la fuerza de gravedad actua sobre un objeto!, ¡No confundas este término con el de masa!.

Por su parte, el agua con sal disuelta es diferente. El agua con sal es más densa, es decir, que tiene mayor cantidad de masa en su volumen. Esto provoca que el empuje que ejerce el agua sea mucho mayor y supere al peso del huevo, haciendo que este flote.


Notas del experimento:

- Si quieres, puedes utilizar dos huevos y dos vasos, uno de los cuales deberá tener sal disuelta, para poder observar más claramente como uno flota y el otro no y que compares.

- En caso de que el huevo en el vaso con agua y sal no flote, prueba poniendo más mucharadas de sal y revolviendo bien.

- Las cantidades de agua y sal que puedes utilizar varian y no es necesario usar exactamente las aquí recomendadas.


Bibliografía utilizada:

Hewitt, P. (2007). "FÍSICA CONCEPTUAL". Décima edición. Editorial Pearson. Rescatado el 19 de Diciembre del 2022

Arroyo Waldhaus, P.;  García Mallo, A.  "Experimentos agua". Rescatado el 17 de Diciembre del 2022 desde: https://www.csic.es/sites/default/files/experimentos_agua.pdf


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